Los diputados locales, pretenden agandallarse sus curules durante 12 años, pues en la reforma política que se está promoviendo desde el Palacio de Gobierno, y que se maquila en la torre legislativa metiendo todos los esfuerzos jurídicos, se pretende que los diputados se reelijan por tres periodos más.

Los tres periodos de reelección se sumarían a los tres años obtenidos en las urnas, es decir, 12 añotes embolsándose 130 mil pesos mensuales, más compensaciones, bonos y aguinaldos millonarios, así como con el disfrute de los “apoyos” legislativos y sus prorrogativas en “beneficio” de sus representados en cada distrito.

Fíjese nomas, los 33 diputado del congreso chihuahuense, que se han caracterizado por no llegar a acuerdos y por saturar el archivo de exhortos, puntos de acuerdo e iniciativas sin cuerpo, sin beneficio, sin importancia, ahora quieren aventarse más de una década, gozando de sus privilegios.

¿Se lo merecen? Si le preguntamos al ciudadano de a pie, a quienes a diario salen a chambear arduamente, y quienes regresan rendidos a sus domicilios para poder sobrevivir en lugar de vivir, seguramente exigirán que esos cargos de privilegio, sean menos remunerados, más eficientes y transparentes.

Lamentablemente siempre buscan la manera de burlar las exigencias ciudadanas, siempre terminan atendiendo los intereses de sus partidos, porque tienen muy claro, que finalmente, son sus propios hijos y sus achichincles de hoy, quienes en el futuro inmediato van a heredar esas posiciones de poder.

La reforma la trae con todo el coordinador panista, Mario Vázquez Robles, pero es aplaudida por el PRI y Movimiento Ciudadano, y aunque los diputados de Morena, vociferen, muy en sus adentros, están rogando que esto pase como cuchillo en mantequilla; para mantener las apariencias, ya sabemos que saldrán con una eterna sesión de esas cansan, discutirán hasta la inmortalidad del cangrejo, y finalmente se buscará la forma, las ausencias y las abstenciones para que la iniciativa pase sin problemas.